De
nacionalidad suiza-mexicana, Lilly Wolfensberger explica que el
principal objetivo de Grupedsac es ejecutar trabajos sustentables,
amigables con el medio ambiente y las personas, de ahí que al llegar a
Amatlán buscaran bio materiales propios de la región, eligiendo el bambú
que les provee la empresa Bambú Verde (Bambuver) de Huatusco.
"Entonces
dijimos que lo lógico es construir con bambú porque no vamos a gastar
mucha energía en traer los materiales, no vamos a ocupar una gran
cantidad de cemento y de varilla, aunque para el sistema de captación de
agua pluvial sí se necesita varilla, creo que fue una muy buena
decisión y a Las Patronas les gusta porque es una construcción muy
bonita, térmica, cuando hace mucho calor es fresca y cuando hace frío es
calientita, creo que van a estar muy contentas una vez que se termine
la obra", expresa la encargada del proyecto.
TÉCNICAS DE BIOCONSTRUCCIÓN
Con
una inversión de aproximadamente 500 mil pesos, la estancia para
voluntarios e investigadores (iniciada en octubre pasado) básicamente
consiste en la construcción de tres piezas, una principal de 25 metros
cuadrados, más dos en un solo módulo de dos plantas de alrededor de 28
metros cuadrados de superficie, con dos baños, patio con pozo y un
pasillo.
Contará con un sistema de captación de aguas pluviales;
un sistema de tratamiento de aguas negras y grises (jabonosas);
iluminación con lámparas led que las mismas Patronas armaron bajo la
capacitación de Grupedsac; la construcción de dos estufas patsari, un
huerto, una bomba de mecate para el pozo y una cocina solar.
La
estufa patsari (que significa "la que guarda" en purépecha) es una
tecnología mexicana creada en el 2004 en Michoacán que utiliza la mitad
de la leña que requieren los fogones tradicionales, están hechas con
tabiques, cemento, tres comales de metal y una chimenea de aluminio que
transporta el humo fuera de la cocina. Éstas ya están funcionando en la
cocina de Las Patronas, desde hace casi dos meses.
La
especialista en desarrollo sustentable en 33 tipos de ecotecnias,
explicó que realizarán un biodigestor para captar agua de los techos,
para depositarla en una cisterna hecha con ferrocemento y así bombearla a
un tinaco que proveerá los baños y las duchas; posteriormente las aguas
negras serán enviadas a un biodigestor donde se tratarán para salir a
unos biofiltros.
El ferrocemento es una construcción de hormigón
de poco espesor, flexible, en la que el número de mallas de alambre de
acero de pequeño diámetro están distribuidas uniformemente a través de
la sección transversal.
La técnica empleada en la construcción
inicia con los cimientos reforzados con varilla enroscada, para luego
montar la estructura de los bambúes sobre la cual se colocan los páneles
construidos previamente por Bambuver, luego la pared es revocada con
cemento y tierra; en el techo se pueden ver ya las lámparas led en
series armadas por las propias Patronas, quienes le mencionaron a la
especialista que gastaban mucho en el pago de energía eléctrica.
ADMIRABLES LAS PATRONAS: LILLY WOLFENSBERGER
- ¿Qué se lleva Lilly Wolfensberger de este lugar y Las Patronas?
"Realmente
estoy muy impresionada con el espíritu que tienen justamente Las
Patronas para ayudar a los migrantes, que realmente es una problemática
de miles de años, que la gente busca el trabajo donde lo hay, por eso
tantas personas toman el tren, generando una gran pesadilla para esas
personas, no me puedo imaginar lo que están sufriendo y todavía siendo
abusados por gente que se aprovecha de su situación, me parece realmente
una situación trágica.
Y que estas personas, Las Patronas,
tengan el corazón de darles esta ayuda humanitaria, organizarse, ver
cómo le hacen, porque por muchos años nadie les había ayudado, ahora
porque son mundialmente famosas es más fácil, pero ellas tienen una
carga tremenda psicológica al ver todas esas tragedias todos los días,
ver con qué necesidades llegan las personas, sin zapatos, sin suéter,
sin nada".
Y son estas las historias, las que motivan a más organizaciones nacionales e internacionales a apoyar a Las Patronas.
NUNCA SOÑAMOS CON ESTO: BERNARDA ROMERO
Es
lunes y es turno de Julia Ramírez y Fabiola González hacerse cargo de
la cocina, a las 10 de la mañana empezaron a guisar 16 kilos de arroz y 8
kilos de frijol, separan el pan dulce del de sal, cuecen huevos y
reparten un pavo que llevó Fabiola, quien está casada y tiene un hijo;
solteras y sin hijos son Fabiola y Bernarda Romero Vázquez, ésta última
hermana de Norma, la coordinadora del grupo de Las Patronas.
"Ya
saben que es mi labor", dice Julia, quien se apura con sus quehaceres
para el lunes dedicarse a la cocina de los migrantes. Y es que el 4 de
febrero de 1995 cuando inició la labor de Las Patronas, eran 25 las
mujeres, prácticamente familiares, pero muchas de ellas empezaron a
tener problemas con los maridos, por lo que fueron desertando hasta
quedar las 14 de hoy.
"No todas aguantan", dice Bernarda quien
recuerda y las lágrimas le vuelven a brotar, la vez que fueron a Nuevo
León a dar una plática a estudiantes del Tec de Monterrey, conviviendo
con profesores que jamás imaginaron conocer, al menos Bernarda, una
mujer que llegó hasta el sexto de primaria, con el sueño de haber sido
maestra.
Hay un rol que divide por día las tareas de cocinar e ir
por el pan a Córdoba, incluidos los domingos. Pero no están solas,
cuentan con voluntarias como Yaeli González, estudiante amateca de
Sociología en la Universidad Veracruzana, quien aprovecha los 'puentes' o
algunos fines de semana para acudir. Otra es Karla Cruz Soalis,
proveniente del Voluntariado Jesuita de León, Guanajuato, quien lleva
mes y medio aquí, "me gusta mucho, no voy a dejar de hacer algo por
esto", expresa emocionada.
Los corazones de estudiantes de
escuelas de Monterrey, Guadalajara y Puebla, incluyendo la
Iberoamericana y el ITAM, han sido tocados por los testimonios de Norma y
sus compañeras, jóvenes que reflexionan sobre las oportunidades que un
migrante no tiene y quizá jamás conocerá, por lo que se motivan a enviar
ayuda a Las Patronas.
En una de las paredes de la casa de Norma,
donde está la emblemática cocina, cuelgan algunos de los muchos
reconocimientos que han recibido, incluyendo posters y pinturas de
artistas que se han conmovido y comprometido con su labor, atrayendo
ayuda de lugares inimaginables como Francia y de la propia Suiza de
donde es originaria la encargada de la obra de la estancia. "Cuando
iniciamos, no soñamos esto", confiesa Bernarda.
*Nota publicada originalmente en "El Sol de Córdoba" 21 de febrero de 2012. Link [http://goo.gl/MC98E]