Construyen estancia para Las Patronas*


Por Alejandra Guzmán Pulido

Amatlán, Veracruz.- A base de bambú y técnicas sustentables como páneles solares, captación de agua de lluvia y tratamiento de aguas residuales, la Fundación Alstom de Francia a través del Grupo para promover la educación y el desarrollo sustentable A.C. (Grupedsac), financia la construcción de una estancia para los voluntarios del grupo de Las Patronas, las mujeres que desde hace 17 años dan de comer y agua a los migrantes que viajan en el tren. Será el próximo tres de marzo cuando estas instalaciones sean inauguradas.

Fue un pequeño documental de apenas 5 minutos llamado La Patrona, elaborado por jóvenes de Monterrey, lo que permitió a la Fundación Alstom conocer la labor de estas mujeres, seleccionando este proyecto entre los solamente 30 que en todo el mundo financia. El documental dirigido por Lizzette Argüello, en el 2010 fue galardonado con los premios del Jurado y al Mejor Documental en el Festival Cine Rail en París, Francia.

Lilly Wolfensberger Scherz, directora de Proyectos de la organización Grupedsac, es la encargada de esta obra que se realiza a un lado de la cocina de Las Patronas, y mientras ella esboza en un papel la solución al desnivel del terreno, 11 hombres trabajan en la obra y una retroexcavadora hace el agujero para la construcción de un biodigestor.






De nacionalidad suiza-mexicana, Lilly Wolfensberger explica que el principal objetivo de Grupedsac es ejecutar trabajos sustentables, amigables con el medio ambiente y las personas, de ahí que al llegar a Amatlán buscaran bio materiales propios de la región, eligiendo el bambú que les provee la empresa Bambú Verde (Bambuver) de Huatusco.

"Entonces dijimos que lo lógico es construir con bambú porque no vamos a gastar mucha energía en traer los materiales, no vamos a ocupar una gran cantidad de cemento y de varilla, aunque para el sistema de captación de agua pluvial sí se necesita varilla, creo que fue una muy buena decisión y a Las Patronas les gusta porque es una construcción muy bonita, térmica, cuando hace mucho calor es fresca y cuando hace frío es calientita, creo que van a estar muy contentas una vez que se termine la obra", expresa la encargada del proyecto.

TÉCNICAS DE BIOCONSTRUCCIÓN

Con una inversión de aproximadamente 500 mil pesos, la estancia para voluntarios e investigadores (iniciada en octubre pasado) básicamente consiste en la construcción de tres piezas, una principal de 25 metros cuadrados, más dos en un solo módulo de dos plantas de alrededor de 28 metros cuadrados de superficie, con dos baños, patio con pozo y un pasillo.

Contará con un sistema de captación de aguas pluviales; un sistema de tratamiento de aguas negras y grises (jabonosas); iluminación con lámparas led que las mismas Patronas armaron bajo la capacitación de Grupedsac; la construcción de dos estufas patsari, un huerto, una bomba de mecate para el pozo y una cocina solar.

La estufa patsari (que significa "la que guarda" en purépecha) es una tecnología mexicana creada en el 2004 en Michoacán que utiliza la mitad de la leña que requieren los fogones tradicionales, están hechas con tabiques, cemento, tres comales de metal y una chimenea de aluminio que transporta el humo fuera de la cocina. Éstas ya están funcionando en la cocina de Las Patronas, desde hace casi dos meses.

La especialista en desarrollo sustentable en 33 tipos de ecotecnias, explicó que realizarán un biodigestor para captar agua de los techos, para depositarla en una cisterna hecha con ferrocemento y así bombearla a un tinaco que proveerá los baños y las duchas; posteriormente las aguas negras serán enviadas a un biodigestor donde se tratarán para salir a unos biofiltros.

El ferrocemento es una construcción de hormigón de poco espesor, flexible, en la que el número de mallas de alambre de acero de pequeño diámetro están distribuidas uniformemente a través de la sección transversal.

La técnica empleada en la construcción inicia con los cimientos reforzados con varilla enroscada, para luego montar la estructura de los bambúes sobre la cual se colocan los páneles construidos previamente por Bambuver, luego la pared es revocada con cemento y tierra; en el techo se pueden ver ya las lámparas led en series armadas por las propias Patronas, quienes le mencionaron a la especialista que gastaban mucho en el pago de energía eléctrica.


 ADMIRABLES LAS PATRONAS: LILLY WOLFENSBERGER

- ¿Qué se lleva Lilly Wolfensberger de este lugar y Las Patronas?

"Realmente estoy muy impresionada con el espíritu que tienen justamente Las Patronas para ayudar a los migrantes, que realmente es una problemática de miles de años, que la gente busca el trabajo donde lo hay, por eso tantas personas toman el tren, generando una gran pesadilla para esas personas, no me puedo imaginar lo que están sufriendo y todavía siendo abusados por gente que se aprovecha de su situación, me parece realmente una situación trágica.

Y que estas personas, Las Patronas, tengan el corazón de darles esta ayuda humanitaria, organizarse, ver cómo le hacen, porque por muchos años nadie les había ayudado, ahora porque son mundialmente famosas es más fácil, pero ellas tienen una carga tremenda psicológica al ver todas esas tragedias todos los días, ver con qué necesidades llegan las personas, sin zapatos, sin suéter, sin nada".

Y son estas las historias, las que motivan a más organizaciones nacionales e internacionales a apoyar a Las Patronas.

NUNCA SOÑAMOS CON ESTO: BERNARDA ROMERO

Es lunes y es turno de Julia Ramírez y Fabiola González hacerse cargo de la cocina, a las 10 de la mañana empezaron a guisar 16 kilos de arroz y 8 kilos de frijol, separan el pan dulce del de sal, cuecen huevos y reparten un pavo que llevó Fabiola, quien está casada y tiene un hijo; solteras y sin hijos son Fabiola y Bernarda Romero Vázquez, ésta última hermana de Norma, la coordinadora del grupo de Las Patronas.

"Ya saben que es mi labor", dice Julia, quien se apura con sus quehaceres para el lunes dedicarse a la cocina de los migrantes. Y es que el 4 de febrero de 1995 cuando inició la labor de Las Patronas, eran 25 las mujeres, prácticamente familiares, pero muchas de ellas empezaron a tener problemas con los maridos, por lo que fueron desertando hasta quedar las 14 de hoy.

"No todas aguantan", dice Bernarda quien recuerda y las lágrimas le vuelven a brotar, la vez que fueron a Nuevo León a dar una plática a estudiantes del Tec de Monterrey, conviviendo con profesores que jamás imaginaron conocer, al menos Bernarda, una mujer que llegó hasta el sexto de primaria, con el sueño de haber sido maestra.

Hay un rol que divide por día las tareas de cocinar e ir por el pan a Córdoba, incluidos los domingos. Pero no están solas, cuentan con voluntarias como Yaeli González, estudiante amateca de Sociología en la Universidad Veracruzana, quien aprovecha los 'puentes' o algunos fines de semana para acudir. Otra es Karla Cruz Soalis, proveniente del Voluntariado Jesuita de León, Guanajuato, quien lleva mes y medio aquí, "me gusta mucho, no voy a dejar de hacer algo por esto", expresa emocionada.

Los corazones de estudiantes de escuelas de Monterrey, Guadalajara y Puebla, incluyendo la Iberoamericana y el ITAM, han sido tocados por los testimonios de Norma y sus compañeras, jóvenes que reflexionan sobre las oportunidades que un migrante no tiene y quizá jamás conocerá, por lo que se motivan a enviar ayuda a Las Patronas.

En una de las paredes de la casa de Norma, donde está la emblemática cocina, cuelgan algunos de los muchos reconocimientos que han recibido, incluyendo posters y pinturas de artistas que se han conmovido y comprometido con su labor, atrayendo ayuda de lugares inimaginables como Francia y de la propia Suiza de donde es originaria la encargada de la obra de la estancia. "Cuando iniciamos, no soñamos esto", confiesa Bernarda.


*Nota publicada originalmente en "El Sol de Córdoba" 21 de febrero de 2012. Link [http://goo.gl/MC98E]

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